Mal vinoso (<em>Helicobasidium brebissonii </em>)

Mal vinoso (Helicobasidium brebissonii )

AGENTE CAUSAL:

El mal vinoso está causado por el basidiomiceto Helicobasidium brebissonii (forma asexual, Rhizoctonia crocorum), hongo de suelo que ataca también a otras leguminosas (como el trebol o la judía) y otros cultivos (remolacha, zanahoria, patata, espárrago, ¿).

  • Puede permanecer latente en el suelo hasta 20 años en forma de esclerocios. Coloniza asimismo restos vegetales en descomposición.
  • Penetra por la raíz, generando un micelio violáceo que recubre los tejidos, afectando al cuello de la planta en forma de pudriciones. El interior de la raíz torna en un aspecto acorchado o esponjoso.
  • Sobre este micelio, en la raíz a veces se aprecian pequeños punteados oscuros, correspondiendo a la formación de nuevos esclerocios.
  • La parte aérea amarillea y termina secando por la falta de aporte de savia y nutrientes.
  • Condicionantes de desarrollo: suelos húmedos y temperaturas entre 9oC y 30oC (óptimo entre 22oC y 26oC). Las heridas por pastoreo o paso de maquinaria facilitan la entrada del patógeno. Los terrenos ácidos, encharcadizos y con mala estructura favorecen su propagación.

 

CICLO, SÍNTOMAS Y DAÑOS:

  • Los síntomas suelen comenzar a apreciarse a finales de la primavera del primer año de cultivo, en forma de plantas dispersas cuya parte aérea amarillea, pudiendo presentar menor desarrollo, para terminar marchitando y muriendo. En las plantas afectadas la raíz se pudre desde el ápice hasta la corona, cubriéndose de filamentos de color vino. La corteza se separa, volviéndose el corazón blando y acorchado.
  • A medida que coloniza nuevas plantas se forman rodales que van aumentando de tamaño, uniéndose entre sí, pudiendo, en ocasiones, colonizar toda la parcela. Los rodales pueden quedar enmascarados por el crecimiento de malas hierbas no huesped de la enfermedad.
  • Las lesiones que causa este hongo pueden facilitar la entrada de otros patógenos agravando los daños y confundiendo los síntomas.

 

LUCHA INTEGRADA:

Medidas preventivas:

  • Vigilar la aparición de las primeras plantas sintomáticas y la expansión de rodales. Arrancar y destruir las plantas de los rodales y de sus bordes.
  • Toda práctica que mejore el drenaje, estructura o fertilidad del suelo, las enmiendas calizas en suelos ácidos, evitar abonos orgánicos o no regar en exceso, contribuirán a un peor desarrollo de la enfermedad.
  • Minimizar el uso de maquinaria y el pastoreo intenso, para no causar heridas a las plantas.
  • Levantar el cultivo si la enfermedad está muy extendida.
  • Rotación: evitar el cultivo de alfalfa o de otros cultivos huésped durante al menos 10 años.

Umbral de tratamiento con productos fitosanitarios:

  • No hay definido un umbral claro de tratamiento.
  • Utilizar productos autorizados e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios. Consultar el Registro antes de cualquier aplicación:

Registro de Fitosanitario MAPA

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