Leguminosas de grano
Leguminosas de grano
Leguminosas de grano
En Castilla y León las leguminosas se emplean como plantas barbecheras al rotar con los cereales, estando su cultivo en regadío prácticamente descartado.
Las leguminosas son un conjunto de especies que pertenecen a la familia Leguminosae, subfamilia Fabaceae, cultivándose para su aprovechamiento forrajero o el de sus semillas o granos, con interés tanto en la alimentación animal como humana, debido a su alto contenido en proteína. Además, en simbiosis con bacterias del género Rhizobium, realizan una fijación biológica del nitrógeno atmosférico, incrementando la fertilidad del suelo.
La inclusión de leguminosas en las rotaciones de cultivos presenta ventajas agronómicas como la de mejorar la estructura del suelo y contribuir al saneamiento de los cultivos, además de enriquecer el terreno en nutrientes.
La legislación europea clasifica a las leguminosas como proteaginosas (guisantes, habas, haboncillos y altramuces) y como leguminosas grano (lentejas, garbanzos y vicias). La política europea tiene como objetivos el fomento de las leguminosas para reducir el déficit de proteína vegetal y reducir la dependencia de las importaciones de soja.
La demanda de semillas proteaginosas ha aumentado de manera considerable en los últimos 35 años, por requerir la ganadería piensos ricos en proteína, situación que se ha visto aumentada con la prohibición del uso de proteínas animales en su alimentación desde aquellos acontecimientos relacionados con el denominado ¿mal de las vacas locas¿.
En definitiva, el cultivo de las leguminosas supone una alternativa a los cereales, practicándose una agricultura más racional, sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
Por todo ello, el Observatorio de Plagas de Castilla y León ha definido la metodología a seguir por el Sistema de Vigilancia y Control de Plagas en Castilla y León, para la Prevención y Vigilancia de las plagas y enfermedades de las leguminosas de invierno, con la misión de conseguir una detección temprana, la evaluación de los riesgos derivados y la consiguiente emisión de avisos y recomendaciones al sector.