Cribado o perdigonado en almendro y frutales de hueso

Cribado o perdigonado en almendro y frutales de hueso

AGENTE CAUSAL:

Enfermedad causada por el hongo Wilsonomyces carpophilus (sinónimos Coryneum beijerinckii, Stigmina carpophila) que afecta a las especies del género Prunus (almendro, cerezo, ciruelo, melocotonero, albaricoquero, etc).

  • Penetra por los estomas, aunque también puede hacerlo de forma directa, sin necesidad de aperturas naturales o artificiales (heridas).
  • Se conserva durante el invierno como micelio en yemas y chancros contaminados. Las esporas pueden germinar a bajas temperaturas (<2oC), pudiendo infectar las yemas en invierno. La enfermedad evoluciona en primavera pero permanece durante todo el año. Normalmente el hongo no es activo durante los meses cálidos y secos del verano, presentando una segunda fase activa en otoño, cuando disminuyen las temperaturas estivales y aumenta la humedad, que favorece la infección.  
  • Las primaveras húmedas y lluviosas, con temperaturas entre 3-27oC (óptimo a 18oC) incrementan el riesgo de la enfermedad. Las esporas se dispersan por la lluvia y el viento, contaminando los diferentes tejidos.

CICLO, SÍNTOMAS Y DAÑOS:

  • Hojas: manchas pardas rodeadas de un margen verde claro que terminan secando y necrosando, provocando unas perforaciones típicas en la hoja y reduciendo la capacidad fotosintética del árbol. Brotes: manchas moradas o pardas, evolucionando a chancros necróticos, alargados y con un exudado gomoso. Yemas: tornan pardo-oscuras con una capa brillante gomosa, llegando a secarse. Flores: pueden marchitarse antes de expandirse. Frutos: lesiones similares en forma y tamaño que en la hoja, que se recubren de exudados (gomosis) llegando a acorcharse.

GESTIÓN INTEGRADA:

Medidas preventivas:

  • Favorecer la aireación. Corregir el exceso de vegetación mediante poda.
  • Evitar excesos en el abonado nitrogenado.
  • Realizar riego por goteo para humedecer la mínima área del suelo.
  • Utilización de variedades menos sensibles.
  • Reducir el inóculo mediante la destrucción de los órganos afectados.
  • Correcta planificación de las plantaciones ya que las zonas húmedas y la falta de aireación favorecen las enfermedades fúngicas.

Uso de productos fitosanitarios:

  • No hay un umbral de tratamiento establecido, debiéndose realizar vigilancia de los síntomas en hojas, frutos y ramas para detección temprana.
  • Se tendrá la afectación que tuvo la plantación el año anterior (nivel de inóculo). En caso de ataque en la campaña anterior, realizar tratamiento preventivo a partir del inicio de la floración tras un periodo de lluvias
  • Utilizar productos autorizados e inscritos en el Registro Oficial de Productos Fitosanitarios. Consultar el Registro antes de cualquier aplicación:

Registro de Productos Fitosanitarios MAPA

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